Este estudio de caso se centra en el complicado proceso de toma de decisiones en relación con el desarrollo urbano en Seúl, Corea del Sur. ¿Cómo es posible realizar una mejor planificación e implementación de un controvertido proyecto en un barrio marginal, como la urbanización de la Villa Guryong, que involucra a múltiples grupos y actores, desde el punto de vista de un funcionario público? Seúl ha experimentado un rápido desarrollo urbano desde la década de los 60; Gangnam, la región más rica del país, emergió durante los 70. La Villa Guryong es uno de los asentamientos informales más grandes y uno de los pocos que todavía existen; se encuentra antagónicamente situado en las afueras de Gangnam. El público objetivo de este estudio de caso incluye funcionarios, estudiantes y profesionales de servicios comunitarios.

Seúl ha experimentado un rápido desarrollo urbano desde la década de los 60, después de sobrevivir a la Guerra de Corea de los años 50. Gangnam, la región más próspera del país, se desarrolló durante los 70 y, en contraste, también emergió la Villa Guryong, el asentamiento informal más grande de la ciudad y uno de los pocos que aún existen. Se encuentra ubicado en el extremo sur del distrito de Gangnam, rodeado de terrenos verdes, y ocupa un área de aproximadamente 260.000 metros cuadrados, con cerca de 1.100 hogares en 350 unidades habitacionales. Cerca del 60% de sus habitantes son adultos mayores que ganan menos de 100 millones de wones mensuales (cerca de 920 dólares americanos), lo que representa cerca de un cuarto del salario promedio por hogar a nivel nacional.

En 2013, cerca del 90% del terreno de la Villa Guryong pertenecía a 112 propietarios privados, ninguno de los cuales residía en la villa. Jung, un exdesarrollador inmobiliario, poseía el 49% de los terrenos en ese entonces, los que había comenzado a adquirir a comienzo de los 2000 con la idea de realizar desarrollos privados; incluso había solicitado los permisos a los organismos gubernamentales múltiples veces, pero no había conseguido aprobación.

Desde la década de los 70, la villa ha sido el foco de continuos planes de desarrollo, principalmente para abordar problemas de seguridad (como inundaciones o incendios) y de salud y sanidad (como sistemas de alcantarillado y de recolección de residuos), pero la relación discordante y complicada que existe entre los organismos gubernamentales de Seúl y el distrito de Gangnam ha afectado el proceso de toma de decisiones. Cada jurisdicción proponía diferentes alternativas para adquirir e urbanizar los terrenos de la villa, que permitieran proteger los intereses tanto de los residentes como de los propietarios de los terrenos. 

Dada la rivalidad entre estos actores, emergieron tres opciones para el futuro de la Villa Guryong: 

1. Utilizar todo el terreno de la villa para desarrollar obras públicas (la opción favorita del distrito).
2. Tomar una porción considerable del terreno y destinar el resto para desarrollos públicos y privados (la opción favorita del municipio).
3. Mantener el status quo (la alternativa preferida de una pequeña porción de residentes).